martes, 29 de marzo de 2011

SEMANA SANTA DE CARTAGENA, LA NOCHE DEL ECCE HOMO


Cristo, Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios


En el Evangelio según san Juan, después de la flagelación, Pilatos, presenta a Jesús al gentío y exclama: “¡He aquí al hombre (Ecce Homo)!”
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios
 Tras su detención, Jesús fue llevado al palacio del sumo sacerdote Caifás (según el Evangelio de Juan, fue llevado primero a casa de Anás, suegro de Caifás). 
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Allí fue juzgado ante el Sanedrín. Se presentaron falsos testigos, pero como sus testimonios no coincidían no fueron aceptados.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Finalmente, Caifás preguntó directamente a Jesús si era el Mesías, y Jesús dijo: "Tú lo has dicho". 
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras ante lo que consideraba una blasfemia. Los miembros del Sanedrín escarnecieron cruelmente a Jesús.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

En el Evangelio de Juan, Jesús fue llevado primero ante Anás y luego ante Caifás. Solo se detalla el interrogatorio ante Anás, bastante diferente del que aparece en los sinópticos.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Pedro, que había seguido a Jesús en secreto tras su detención, se encontraba oculto entre los sirvientes del sumo sacerdote.
Penitente del Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

 Reconocido como discípulo de Jesús por los sirvientes, le negó tres veces como Jesús le había profetizado.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

A la mañana siguiente, Jesús fue llevado ante Poncio Pilato, el procurador romano. Tras interrogarle, Pilato no le halló culpable, y pidió a la muchedumbre que eligiera entre liberar a Jesús o a un conocido bandido, llamado Barrabás.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

La multitud, persuadida por los príncipes de los sacerdotes, pidió que se liberase a Barrabás, y que Jesús fuese crucificado. 
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Pilato se lavó simbólicamente las manos para expresar su inocencia de la muerte de Jesús.

CANCIÓN DE LA MUERTE PEQUEÑA, DE FEDERICO GARCÍA LORCA
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Prado mortal de lunas
y sangre bajo tierra.
Prado de sangre vieja.

Luz de ayer y mañana.
Cielo mortal de hierba.
Luz y noche de arena.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Me encontré con la muerte.
Prado mortal de tierra.
Una muerte pequeña.
Agrupación del Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

El perro en el tejado.
Sola mi mano izquierda
atravesaba montes sin fin
de flores secas.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Catedral de ceniza.
Luz y noche de arena.
Una muerte pequeña.

Una muerte y yo un hombre.
Un hombre solo, y ella
una muerte pequeña.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

Prado mortal de luna.
La nieve gime y tiembla
por detrás de la puerta.

Un hombre, ¿y qué? Lo dicho.
Un hombre solo y ella.
Prado, amor, luz y arena.
Ecce Homo, Procesión del Silencio, Californios

VARIACIONES SOBRE UN TEMA: BENDITO ECCE HOMO


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