miércoles, 24 de octubre de 2012

CARTA DE UN HERMANO DEL JESÚS NAZARENO DE CARTAGENA


Hace tan solo unos días, nuestro Presidente ha dimitido.

Tanto el como la Junta Gestora, han comunicado que los motivos de Pedro para dimitir a pesar de que le quedaban dos años de mandato, han sido estrictamente personales y familiares.

Por supuesto que yo lo creo por que no tengo ningún motivo para dudar de esta afirmación. Espero que sus motivos no se deban a ninguna clase de enfermedad ni del presidente ni los suyos, y que sea causa menor el motivo de su anticipada dimisión.

Se abre pues, un periodo electoral. Ahora llega el momento de que alguien voluntariamente de el paso adelante y empiece a contar con las personas que estime oportuno.

También puede haber un grupo que anime a una persona, a presentarse con el respaldo de ellos.
Es por tanto muy normal que se escuchen determinados nombres, a unos les gustará más o menos como es lógico, pero tantas las alabanzas como las críticas deben de estar muy por debajo de los límites de cualquier periodo electoral que se precie.

Yo tuve la suerte y el inmenso honor, de formar parte de la primera Directiva del Jesús Nazareno como Vocal de Prensa, cuando se presentó a Presidente Domingo Bastida, nuestro actual Hermano Mayor.

Me gustaría puntualizar un par de cuestiones:

Lo que tenemos que ser conscientes ante todo, es que la Agrupación del Nazareno, no es ni un partido ni un sindicato.

Ser del Nazareno es, o al menos tenía que ser (bajo mi punto de vista) un modo de vivir y entender la vida y lo que nos rodea, lo que hacemos por los demás, en definitiva; hay que mirar hacia adentro y preguntarnos claramente:

¿Que hago yo en vida que me distinga como católico y miembro de mi Cofradía, de mi Agrupación?
Tal vez a alguien le suene raro o "meloso" lo que vuelvo a repetir una vez más.

¿En que se diferencia mi comportamiento diario con el de un musulmán; un mormón; un protestante o un ateo?

Respondeos vosotros mismos, sin prisas y sinceramente… ¿En que os diferenciáis?

Pertenecer voluntariamente a una agrupación católica, en este caso la del Nazareno, el indiscutible Estandarte Marrajo, debe de llevar aparejadas unas formas, unas maneras y unos comportamientos especiales  e incluso diferenciados.

Yo creo que el no ser incendiarios, agresivos y otros etc. con el resto de hermanos (SI, HERMANOS; esa palabra tan quemada pero exacta) es fundamental para la propia Agrupación, y por supuesto para cada miembro de la misma.

Es mi parecer y desde luego no puedo ni pretendo, dar carnet del buen cristiano ni nada que se le parezca.

Solo expreso una idea, un sentimiento que ruego no se me mal interprete.

Solo pido que pensemos lo que somos y lo que tenemos que ser: HERMANOS.

Los hermanos no se insultan y tienen que evitar ofender ni destruir a los demás.

Un abrazo para todos, y mi sincero deseo de que todos disfrutéis de salud y felicidad.

Saludos cordiales.

© José María Navarro Cayuela  2012