La Semana Santa de Cartagena según Cayuela: Cazando fotógrafos en las procesiones cartageneras

© La Pasión según Cayuela – Cazando fotógrafos en las procesiones de Cartagena

“EL CAZADOR CAZADO”

Esta es una frase tan buena y socorrida, como completamente desgastada por el exceso de su uso ya que vale tanto para un roto como para mil descosidos.

© La Pasión según Cayuela

El Cazador cazado, o el fotógrafo fotografiado; el cocinero cocinado o el juez ajusticiado…

Se puede jugar con el sentido final de estas dos palabras infinitamente, con solo cambiar el sujeto, lo demás sale al instante.

© La Pasión según Cayuela

El Cazador cazado… da mucho juego y además en muchas ocasiones es la mejor definición, con la suerte de que todos la entendemos y sabemos lo que ha querido decir el que la ha utilizado.

© La Pasión según Cayuela

A esta colección de fotos, encuadres y sobre un formato especial del recordado “polaroid” que ya he utilizado en otras ocasiones, la he titulado “CAZANDO FOTÓGRAFOS EN LAS PROCESIONES CARTAGENERAS” es tan buen o mal título como otro cualquiera, pero se entiende a la perfección de lo que estoy hablando; luego, el contenido de las fotografías enseñan un amplio muestrario de actitudes y situaciones a las que con el título de la colección me he querido referir.

© La Pasión según Cayuela – Cazando fotógrafos en las procesiones de Cartagena

Han sido varios años de ir guardando todos esos momentos en los que ves a un espectador de la procesión que de vez en cuando hace sus fotos, o a los que desde cualquier piso o rincón utilizan su cámara para ir archivando todo aquello que pasa antes sus ojos.

© La Pasión según Cayuela

Los cada vez más frecuentes que se meten dentro de tercios, cruzan y estorban en no pocas ocasiones a los penitentes que a veces tienen que parar o esquivarlos con cualquier tipo de cámara.

© La Pasión según Cayuela

Aparecen cámaras impresionantemente profesionales con sus dueños detrás del visor, fotógrafos ampliamente conocidos en la ciudad.

© La Pasión según Cayuela

Cámaras digitales de todos los tamaños y colores; cámaras de los teléfonos que florecen en cualquier mano , desde cualquier lugar.

© La Pasión según Cayuela

Es el tiempo de la fotografía, la democratización total de la imagen, gente haciendo millones de fotos que en su inmensa mayoría nunca serán pasadas a papel y que dormirán mientras los bits aguanten, por el escondido rincón de algún disco duro en el mejor de los casos.