COPLAS AL JESÚS NAZARENO

© La Pasión según Cayuela – desde dentro de un capuz

SUFRIENDO JESÚS MÍO

Y A FUERZA DE DOLOR

DISTES LA GLORIA ETERNA

AL POBRE PECADOR

CON ESA CRUZ TAN PESADA

MI JESÚS CAMINAR NO PUEDE

TUS PENETRANTES ESPINAS

NUBLAN TUS OJOS

MI BUEN JESÚS, MI BUEN JESÚS

CUANTO SUFRES POR MI AMOR

NO MEREZCO POR MI AMOR

NO MEREZCO DIOS CLEMENTE

TENGAS DE MI COMPASIÓN

SUFRIENDO JESÚS MIO

Y A FUERZA DE DOLOR

DISTES GLORIA ETERNA

AL POBRE PECADOR

© La Pasión según Cayuela – desde dentro de un capuz

1. Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalén; de tal manera que aquel campo es llamado en su propia lengua, Acéldama, que es, Campo de sangre.

© La Pasión según Cayuela – desde dentro de un capuz

2. Porque está escrito en el libro de los salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su obispado.

3. Conviene, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,

4. Comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día que fue recibido arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección.

5. Y señalaron á dos: á José, llamado Barsabas, que tenía por sobrenombre Justo, y á Matías.

© La Pasión según Cayuela – desde dentro de un capuz

6. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál escoges de estos dos,

7. Para que tome el oficio de este ministerio y apostolado, del cual cayó Judas por transgresión, para irse á su lugar.

8. Y les echaron suertes, y cayó la suerte sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles…

COMPLETAMENTE PERSONAL...

© La Pasión según Cayuela – desde dentro de un capuz

Que bonito, emotivo y educativo es salir de capirote en Cartagena... claro está, si sabes para que o porqué has salido, que es lo que te ha motivado o empujado a salir, y otras cuantas cosas más...

© La Pasión según Cayuela – desde dentro de un capuz

Pero si al pisar la nave central de Santa María de Gracia con tu capuz ya ajustado, con tu achote ya en la mano, con los de la comisión de iglesia ajustando una y mil veces tu mano en la capa, apretando la conexión, corriendo como posesos a tu alrededor con el estandarte, los banderines, los monaguillos...

Con tus piernas temblando al pisar la rampa y al escuchar los redobles de !música y a la calle! con ese bombo y platillos que suenan a gloria y en ese mismo momento no te entran unas terribles ganas de ir al servicio corriendo... es que me parece que no le has cogido el tranquillo a la cosa, o es que tal vez, yo me lo tomaba (como casi todo...) muy en serio. He pasado tantos años de emociones tan íntimas que me da gusto recordarlas en público, con vosotros, mis amigos.