sábado, 5 de marzo de 2022

De nuevo se han vuelto a escuchar las esperadas y famosas palabras: "Música y a la Calle"

El Miércoles de Ceniza, siempre ha sido un día grande y muy especial en Cartagena

Este 2022 llega con una renovada ilusión que no solo se cobija en la Semana Santa cartagenera. Absolutamente todos los órdenes de la vida que conocemos han sido alterados y moldeados por el maldito virus de la Covid. Pero estos días de marzo de 2022, están siendo especialmente duros y catastróficos para lo que hasta ahora mismo era normal en los modelos de vida occidental.

Estos días estamos sufriendo por el salvaje ataque del siempre imprevisible abrazo del "Oso Ruso" y a su imprevisible domador lo vemos más fuera de sí que en otras ocasiones: El dueño del circo ruso está más deseoso que nunca por acaparar todas las luces de la pista central. La locura, el egocentrismo desatado y la maldad incontrolable es una mala combinación para mezclarla en cualquier coctelera. Lo más normal es que explote por alguna parte.
Vivimos los comienzos de lo que parece una etapa negra para todo el mundo.

Ya veremos donde acaba y de qué manera, el kasachof del demoníaco y alterado Putin

Mientras tratamos de sortear esta tragedia que muchos de los nuestros, ven como algo muy lejano (que la realidad no altere tus sueños) intentaremos centrarnos en tradiciones centenarias.

Pasan los días, pasan los meses y entre lluvias y restricciones sanitarias, llevamos tres años de suspensiones y llantos entre los más apasionados seguidores de nuestras Procesiones.

Ya se sea muy creyente, normal o incluso nada; es un sentimiento que el cartagenero, en su inmensa mayoría, lleva en la sangre hasta sin estar involucrado en ellas.
Las tradiciones y el valor de "lo nuestro" suele ser más fuerte que cualquier clase de fe.

Música y a la calle... que estas se
despejen, que no nos aprisione de nuevo el bicho; ni antes ni después de los desfiles pasionarios. Necesitamos vivir lo más parecido a lo que conocemos desde siempre.

Esto se hace cada día más difícil, pero hay que levantar la cara, los corazones y el espíritu comunitario de tantos miles de personas.


El covid sigue al acecho, los hijos de Putin, incluso a la fuerza, siguen invadiendo y matando a cientos de personas cada día. Las explosiones y la destrucción que causan se nos figuran que aún están muy lejanas.

El que tenga fe, que saque del cajón de los tesoros sus mejores oraciones. Ninguno sabemos que es lo que puede pasar mañana.

Al menos hoy, disfrutemos del momento y de los recuerdos acumulados.

Fotografías para recordar buenos momentos, del libro "Música y a la calle" publicado hace unos años.






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