Saeta:
El sol se paró a mirarte
y la luna se eclipsó,
las estrellas ya no alumbran,
y al pensar en tu dolor,
hasta los mares se enturbian…
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
….¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la Agonía,
y es la fe de mis mayores!....
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
Saeta:
Lo pasean por el pueblo
como si fuera un ladrón.
Delante lleva un pregonero
que pregona en alta voz
la muerte amarga del Nazareno…
No hay comentarios:
Publicar un comentario