Dentro de unas pocas semanas, exactamente tres martes; pasearás solemnemente por Cartagena a hombros de tus portapasos. Tu presencia impone, emociona.
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| San Pedro, señor de las Puertas del Cielo saliendo por la Puerta del Arsenal de Cartagena, su otra casa |
Hay gente buena y noble que no puede reprimir algunas lágrimas, también hay (y no pocas) otras personas que harán lo posible por humedecer sus ojos en teatral postureo para así parecerle a alguien que su corazón no es tan negro como se dice o demuestra con sus actitudes.
A algunos les temblará el estómago y sus conciencias se intranquilizarán, hasta creerán que se les queman las mejillas al recordar comportamientos y actitudes que ante los demás pueden manipularse y disfrazarse con engaños, pero que saben que cuando les llegue el momento de llamar a tu puerta, ni su mejor sonrisa, ni sus excusas valdrán para nada ante Ti.
El Martes santo es una noche de emociones, pero tiene que ser difícil dejar de pensar en el momento de La Verdad al tenerte tan cerca; se benévolo Señor San Pedro.
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