jueves, 17 de marzo de 2011

Semana Santa, capirotes de Cartagena


MIGUEL DE UNAMUNO


Andanzas y visiones españolas (1922)

«¡No hay nada más eterno que la muerte;
»todo se acaba! —dice a nuestras penas—;
»no es ni sueño la vida;
»todo no es más que tierra;
»todo no es sino nada, nada, nada...
»y hedionda nada que al soñarla apesta!»

Es lo que dice el Cristo pesadilla;
porque este Cristo de mi tierra es tierra. [...]

   Este Cristo cadáver,
que como tal no piensa,
libre está del dolor del pensamiento, [...]

   Y las pobres franciscanas del convento
en que la Virgen Madre fue tornera
—la Virgen toda cielo y toda vida,
sin pasar por la muerte al cielo vuela—
cunan la muerte del terrible Cristo
que no despertará sobre la tierra,
porque él, el Cristo de mi tierra es sólo
tierra, tierra, tierra, tierra...
cuajarones de sangre que no fluye,
tierra, tierra, tierra, tierra...

¡Y tú, Cristo del cielo,
redímenos del Cristo de la tierra!



Rafael Montesinos, para Antonio Burgos

 "El rito y la regla"

En el patio, mi padre, con su túnica
negra, en la madrugada más profunda
de la clarísima ciudad, se ha puesto
solemnemente el negro capirote.

Silencioso es el rito, no aprendido,
sino heredado, yéndole en la sangre,
pues los siglos se ven hasta en la forma
de sujetarse el antifaz al rostro.

(Y silencioso y sin hablar con nadie,
el nazareno escogerá el camino
más corto...)

Oh padre mío,
cuánto silencio hay en este Viernes
tan lejos de mi vida,
cerrada para siempre la cancela
que a nadie espera ya.


Hoy la memoria escoge
el camino más corto para herirme.

(Viernes del 82)
                                                   Rafael Montesinos

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